Tomarse a Bogotá

Ernesto Yamhure hace eco de Uribe —pleonasmo— y dice que hay que «recuperar a Bogotá». Esta es la primera llamada oficial de un proyecto uribista que llama a tomarse a Bogotá. Digo que la llamada es oficial porque hasta ahora, como nos tenía acostumbrados el uribismo, todo era simplemente un «sentir popular» que fue llegando cada vez más arriba, hasta ser escuchado. Lo cierto es que a Samuel Moreno —o al Polo— comenzaron a hacerle zancadilla desde antes de que fuera elegido, comenzando por el mismo Uribe, pero también participaron Mockus y, por supuesto, Peñalosa. Por eso mismo, inmediatamente, el resultado de las elecciones de 2007 fue leído en clave de «perdió Uribe» y «los bogotanos castigaron a Peñalosa». Desde entonces la gestión de Moreno, aparte de lo que pueda considerarse «cierto», ha sido saboteada sistemáticamente. Con siete millones de mentes debidamente imantadas, trucadas, la profecía se hizo fácilmente realidad.

Parte del problema es justamente lo que pueda considerarse «cierto». Es el típico caso del doble rasero; además ser del Polo es comenzar con desventaja. No pretendo defender a Moreno, como no buscaría atacarlo si no tuviera alguna base importante. Por cierto, no voté por él. Pero sí voy poner un manto de duda sobre su supuesta falta de gestión o el supuesto hecho de que la ciudad se está cayendo, que son los dos caballitos de batalla, tan bobos como poderosos. Pienso que, más allá de que en los contratos haya corrupción —eso que nunca, pero nunca se había visto—, las obras no se hacen de la noche a la mañana y una obra en dos vías principales, por donde además circula el 80% del transporte público, necesariamente va a traumatizar la ciudad. (Dirán, claro, que en kilómetros es sólo el 25% de lo que ya está construido.) Que no las hagan todas al tiempo, dicen. Entonces dirán que por qué no las hace al tiempo para agilizar. No hay escapatoria. Cuando las obras estén terminadas la gente se olvidará, así como bien le pasó a Peñalosa, otro al que en su momento amenazaron con firmas y revocatorias, pero no con cacerolazo, porque esa es una costumbre importada de Venezuela o Argentina hace poco tiempo. De la inseguridad, el tercer caballito de batalla, ni siquiera vale la pena hablar: es una tendencia nacional.

Bogotá es desde hace rato escenario de contienda política, desde que gobernarla se volvió sexy. Que el tal voto de opinión es maduro y solo atiende razones es pura mierda. Lo malo es que la leyenda negra cumplió su propósito principal de desprestigiar al Polo y, sobre todo, de presentarnos la alternativa natural: Uribe. No tiene que ser Uribe mismo, claro, aunque muchos hayan eyaculado de la emoción al oír hablar de esa posibilidad. Pero es que para eso hablan de doctrina y publican libros, para eso todos los posturibistas y metauribistas que estaban desmarcados de Uribe hoy trabajan en la presidencia, incluso de presidente. Lo de hoy es el microuribismo y los uribistas, una vez más, harán realidad el mito de que la alcaldía de Bogotá es el segundo cargo público del país e integrarán la ciudad al circuito ideológico y burocrático del uribismo con el sencillo argumento de que es lo contrario del Polo, que no solo es terrorista de civil (modo nacional de discurso), sino unos ineptos y corruptos administrando (modo local de discurso, alternativa a «ahí está la oposición en Bogotá, este no es un gobierno autoritario»).

De manera que no es, para ellos, recuperar la capital, sino consolidar un proceso de toma que comenzó desde hace tiempo y que pasó por acabar también con el Polo. Aunque dicen, claro, que se acabó solito. A los verdes —o sea Mockus y Peñalosa— les pasó también, como puede recordarse con el tema del caballo con muletas y los mimos antiterroristas. Así que Bogotá, incluida en el gran círculo burocrático e ideológico del uribismo, será gobernada desde 2012 por algún manzanillo inepto pero bien arrodillado, de los que compone el salpicón pegado con babas que es el Partido de la U. Un títere de similares características a las que iba a tener Juan Lozano cuando quiso hacer de Peñalosa en 2003. Pero esto es diferente porque Uribe es el camino, la verdad y la vida, un hacedor de milagros, un hombre cercano al pueblo que acaparó los medios en irregulares y nunca antes vistos ocho años consecutivos de gobierno, que multiplicaba panes y peces con el infinito poder de la televisión en sus consejos comunales. Podrá llenarse la ciudad de policías que llevarán a la cárcel a las personas que parezcan deprimidas o a las que tomen fotos. Podrá no volver a haber obras públicas, podrá no solucionarse ese gran problema que ahora llaman movilidad, exclusivo de Bogotá, erradicado del resto del mundo. Sobre todo, acabaráse definitivamente lo que Peñalosa llamaba megalomaniáticamente «nuestro proyecto de ciudad». Pero el alcalde será el vicario de Uribe en la tierra y así todos serán felices. Eso también es voto de opinión.

A lo mejor a Samuel Moreno le termina pasando como a Pastrana. ¡Ah! Pero Pastrana no gobernó una ciudad importante.

Eso sí, mis condolencias a David Luna. Tal vez lo premien por haber sido un excelente idiota útil moviendo «la opinión». O tal vez, como ahora dicen, sea el elegido.

20 Responses to “Tomarse a Bogotá”

  1. Dr. Muerte Says:

    Es que hay que preguntarse algo siempre: Por ejemplo en el tema Transmilenio, ¿Qué tanto hay de evolución natural y qué de mal manejo de la administración actual? Es risible ver que la gente que más está jodiendo con el tema estuvo involucrada en muchos de los problemas que surgieron y además están denunciando vicios de los que ellos mismos adolecen.

    Evidentemente no hay un buen alcalde en Samuel Moreno, quien da la impresión de no haber estado preparado para el puesto, pero se le han castigado cosas que se le han perdonado a otros. Hay un tema en que todo sale claro: El Transmilenio por la Séptima estaba planeado desde hace mucho tiempo y los peñalosistas defendían eso a capa y espada y ahora lo atacan.

  2. Federico Arango Says:

    Una precisión, Dr. Muerte: los peñalosistas atacan el transmilenio ligero que se inventó Samuel. Siguen defendiendo construir una troncal con sobrepasos, hasta la 170, conectada con las ya existentes, con intercambiadores y obras de espacio público.

    El que se construirá no tiene nada que ver con el que se diseñó, no será suficiente para atender la demanda y hará que la gente deteste más el sistema. Todo, y aquí soy yo de malpensado, pensando para que se llegue a la conclusión de que no hay más alternativa que el metro.

  3. juglar del zipa Says:

    muerte, federico:

    lo importante es que a los peñalosistas tampoco los oyen.

  4. Maria Paula Says:

    El problema nunca fue cómo cranearse la manera de organizar trabajo informal o educación, el problema es que una troncal no haya llegado a la 170 y que los tombos no echen el hampa del espacio publico. El proyecto uribista ha trunfado, ninguna duda

  5. noalsilencio Says:

    No es una discusión técnica. Es una pataleta política contra Samuel, que tampoco ha sabido manejar.

    Hay que decir, por otro lado, que el Polo no lo ha ayudado.

  6. juglar del zipa Says:

    noalsilencio:

    eso es cierto. hasta yamhure cita a petro para hacer un efectivo juego de espejos.

  7. Ana M. Says:

    Una vez alguien a quien quiero mucho le tenían que hacer reemplazo de cadera y de una rodilla, además de cambiarle una vieja placa de platino pegada a un fémur. Lo primero que dijo este personaje al médico es que quería todas las cirugías de un sólo viajado. Recuerdo la mirada del médico (amigo de la casa) por encima de los lentes mientras le contestaba que por lo menos él no sabría como paliar su dolor luego de despertar de la anestesia, que darle tanto en los huesos con una sierra eléctrica no era como ajustar butacas. Que iban a empezar en orden de mayor (cadera) a menor (cambio de platino) complejidad y que eso ya era suficientemente doloroso pero que lo dejaría entrenado para los siguientes procedimientos pero, sobre todo, con la parte más grande e importante funcionando.

    Samuel Moreno es una prueba mas -no la más importante- de que el Polo también es un partido político con la consistencia de un pan mojado en leche. Yo sí creo que la solución era ir por pasos sin importar la calentura de los detractores, sobre todo porque mucho de lo que están haciendo seguramente lo tendrán que rehacer y realmente lo que más molesto de haber leído esto y luego querer hacer mi comentario es haber tenido que sumar 1+2. Je.

  8. BWV1046 Says:

    En realidad la postulación de Uribe para alcalde de Bogotá siempre la consideré un mal chiste y en el peor de los casos, como un intento de su sanedrín para seguir alimentando, bajo la cabeza de turco que representa el expresidente, un conjunto informe de intereses regionales que se hace llamar partido de la U y asociados. Asociación de interés que ha tenido, a luz de los hechos aun por esclarecer como el espionaje del DAS, AIS y la entrega de subsidios en condiciones absurdas a “empresarios” y el favorecimiento a algunos consorcios, entre ellos los mismo Nule, pésimos manejos del presupuesto y el poder público. En estas circunstancias, la administración de una ciudad como Bogotá, que representa más del 22% del PIB y del 50% de la IED, se hace un botín político y presupuestal más que interesante.
    Para mí era un mal chiste porque si se le cree a las manifestaciones públicas, que en buena parte son la base de su “popularidad”, Uribe por lo menos en tres ocasiones se había referido a la ciudad y a su clase dirigente como “sepulcros blanqueados”, “social bacanos” y asociaciones de coctel que miran con menosprecio a la provincia, dando a entender con ello que su relación con los bogotanos no era la mejor.

    Ahora, interpretar la distancia que la ciudadanía mantiene con el gobierno de Moreno como producto de una zancadilla del uribismo, es por lo menos una posición inocente. Bogotá viene de un proceso de transformación que en los años noventa tuvo un contexto institucional y económico marcado por políticas nacionales restrictivas para atacar el déficit fiscal y que, sumado a la orientación del presupuesto hacia el gasto en seguridad, que cubrió el 49% del aumento del presupuesto en su momento, redujo los ingresos por transferencia de la ciudad, sin mencionar que la políticas de seguridad aumentaron el volumen de población desplazada que presiono la demanda de servicios sociales y de infraestructura pública de la ciudad.

    En este contexto adverso fueron medidas de las administraciones anteriores, entre ellas la aplicación de la ley 60 del 93, el Estatuto Orgánico de la ciudad que permitió crear nuevos ingresos como el cobro de valorización y la sobre tasa a la gasolina y por último, la racionalización tributaria que elevó los recaudos fiscales, lo que permitió, luego de un proceso de más de una década, invertir en una transformación en infraestructura y servicios públicos. Fue ese desempeño la base, por cuanto fue implementado por gobiernos independientes elegidos popularmente, para que se considerara al bogotano como un “voto de opinión” maduro que efectivamente atendía razones, de manera que sí había elementos objetivos para pensar que había un cambio en las costumbres electorales de la ciudad, que eso haya sido cierto del todo es otra discusión.

    Entonces pensar que el Polo comenzó con desventaja sería desconocer no solo todo un proceso de adecuación institucional y financiera, sino además el hecho de que ya se había ganado, para los gobiernos de la ciudad, una legitimidad que le permitía amplios márgenes para tomar decisiones. Es cierto que las obras públicas no se hacen de la noche a la mañana, por eso existe una herramienta poderosa que se llama planeación. Ejemplo de planeación fue la estructuración del proyecto de modernización de los colegios distritales, que fue dejada en un alto porcentaje por la administración Peñalosa, y cuyos réditos políticos cosechó el Polo. Diciente sí es que cuando la administración del Polo metió mano en la “planeación” del proyecto, ello terminó con la destitución del Secretario de Educación de Lucho por corrupción.

    Claro, construir transmilenio tiene esos inconvenientes, pero es más difícil todavía cuando fueron gobiernos del Polo los que no siguieron con la planeación y los tiempos de inicio de obras que estaban definidos y presupuestados financieramente. Más aun, cuando es Moreno, en su afán de cumplir promesas electoreras, el que retrasa el inicio de las fases de transmilenio en construcción con el embeleco del metro. De la incapacidad del Distrito transmilenio no es más que pálido reflejo, apenas su más evidente síntoma.
    Entonces no, no hay un doble rasero, es precisamente porque ya hubo administraciones eficientes y eficaces que la incapacidad de la actual resalta como mosco en leche y sí, la falta de gestión existe y no es simplemente un argumento bobo. Para ello no solamente hay que ver como los problemas de movilidad han aumentado junto los índices de criminalidad, que representan una desmejora comparado con, que le vamos a hacer, administraciones anteriores y eso para no nombrar sino dos variables.

    Así que no, no fue que al Polo le hicieran zancadilla, ha sido el Polo quien se ha pegado un tiro en el pie y de paso le daño el caminado a la izquierda democrática. Pero sí, si es cierto que Bogotá hace parte de esa lucha política desde hace rato y es una lástima que un proyecto urbano y modernista, con todas las objeciones que el concepto y su utilización pueda tener, termine sucumbiendo al asedio de los intereses premodernos y hacendiles que representan las hordas uribistas y es una lástima que haya sido el Polo con su incapacidad el que haya terminado siendo el caballo de Troya para que ese mal chiste se vuelva realidad.

  9. juglar del zipa Says:

    Maestra de estadística:

    Simpática comparación la del cirujano. Creo que Uribe o su vicario harán lo mismo, tal vez no en términos de obras, pero sí de seguridá. La gente los elogiará.

    Cuando estaba Lucho e hicieron la brigada ex hueco la queja de los foros era que se había gastado mucha plata en la imagen de la campaña… que además había sido amarilla, como el Polo. No hay escapatoria.

  10. juglar del zipa Says:

    Bach-Werke-Verzeichnis:

    claramente yo no hablo de desventaja presupuestal sino retórica. todo el tiempo estoy hablando de retórica, de la presentación de una oposición de unos y otros, de buenos y malos y de cómo, como usted ha dicho, el que aprovecha ese discurso es el uribismo. eso, a mi entender, es mucho más fuerte que “el peso de los hechos”. cuando digo que no hay escapatoria me refiero a la desventaja retórica que genera impopularidad, más allá de que efectivamente “todo esté mal” o, como digo ahí, pueda considerarse “cierto”.

    en ese mismo río revuelto antitécnico, retórico, ideologizado y como sea que queramos llamarlo, pescará uribe y sacará harto.

  11. Lanark Says:

    Es que sólo los uribistas tienen derecho a ser ignorantes y atarvanes; los demás tenemos que ser finos, fumar pipa, decir cosas inteligentes que la gente común no entiende, y hacernos un ocho cuando nos ponen un problema “de la vida real”. Cuando el Polo pone en la alcaldía a un tipo que parece uribista, la disonancia cognitiva pone a la gente divinamente a golpear sus cacerolas para que se restituya el orden natural del cosmos.

  12. Emilio Says:

    Aprovechan la coyuntura y la ciudad llena de desmovilizados sin trabajo, la inseguridad en Bogotá es una pequeña muestra de la puerca sociedad con la que los señores se han limpiado la colita desde hace por lo menos 2 siglos. Ya van por lo único y lo póco que no está en manos de ellos, que me imagino será el escritorio y la silla de Sammy.
    Ya veremos Carimaguas, AIS, y hasta falsos positivos rodando campantes, sin problemas de movilidad, por nuestra amada y rota Bogotá.

  13. Julián Ortega Martínez Says:

    ¿”Recuperar” a Bogotá? ¿Y quiénes son los que han co-gobernado con la ANAPO desde que Torombolo/bobolitro llegó al poder? ¿Quiénes son los dueños de medio IDU, del IDRD y de un montón de puestos en la administración distrital?

    Ah, verdad que el subnormal Yamhure, presunto “asesor” de terroristas, se jura “sucesor” de Laure-ano (cuando no pasa de ser un lamesuelas cuya capacidad cerebral apenas le alcanza para lavar una estatua). Ni una sílaba contra el puñalero Hipólito Moreno, asqueroso godo acomodaticio y gobiernista. Mi bisabuela ultralaureanista (y durante dos años anapista) estaría ofendidísima si conociera a este pazguato.

  14. Andrés Pierre Says:

    Que interesante análisis hace el Juglar, de paso, hace rato que no actualizaba el blog. Leí con gusto el artículo y sí, tiene toda la razón, pero a la hora de la verdad todos en el fondo son la misma vaina: corruptos y ladrones que se echan mutuas culpas para que todo siga igual y para que nos les perdonen las porquerías que a otros no les pasan ni por los lados. Eso sí, la vez pasada recorrí la 26 y cuando la terminen va a quedar espectacular…

  15. Shaorin Says:

    Que buen análisis. Por fin veo que alguien se toma la molestia de desligarse de la prensa amarillista y exponer de manera un poco más realista la situación. Sin embargo, tampoco podemos desconocer que la precariedad actual del sistema Transmilenio (como si desde antes no fuera precario) así como (por ejemplo) la sobrepoblación que tiene actualmente la Cárcel Distrital, entre otros; es responsabilidad de Moreno.

    Ahora bien, el escándalo del carrusel de la contratación se lo debemos a los de la “U”, más allá de los Moreno (sin desmeritar la responsabilidad que éstos puedan tener).

  16. Juan Says:

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  17. JorgeABogotá Says:

    Bueno, acá hay dos ideas principales.

    1.Todo el mundo usa la Super imagen de Uribe, tan querida y amada por los colombianos. (Porque Uribe no manda a nadie, lo que tenemos aquí es un montón de lagartos comiéndose a mordisquitos la reputación de Uribe, cuando quede muy poquito, se lo van a dar a los perros).

    2.Samuel Moreno sí ha tenido una pésima alcaldía. De eso no tengo duda. El cartel de contratación es un buen ejemplo de esto. Recuerde algo, las obras del TM se debían entregar en el 2009. Es 2011, falta más de la mitad de la construcción y se recorto gastos empeorando los diseños (más).

    Es algo obvio ver como han atacado la imagen de SAMU y de paso del POLO, pero ellos son masoquistas, les gusta que el uribismo les pegue.

  18. paula Says:

    Miguel y demás lectores…
    Muy triste que el Polo haya aceptado a los Moreno en el partido, pero más triste aún que hoy no haya ninguna opción alternativa para gerenciar a Bogotá. Los que desean que Uribe sea el próximo alcalde son los mismos que comparten el sentimiento de que AIS no fue ningun problema de repartición ilegal de subsidios sino un reclamo de gente resentida y que no comprende cúal es el nuevo modelo de desarrollo de Colombia …. (un asco igual)
    De cualquier modo mi sensación es que la persecusión actual al Polo a través de la suspensión temporal de SM no será un gran cambio y por el contrario una salida sucia de la derecha….

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