Temor perpetuo
Si bien vine a Argentina huyendo de amenazas, mi vida aquí corre mucho más peligro. El simple hecho de ir en bus puede resultar fatal. O cruzar
una calle. O estar parado por ahí en un andén cualquiera. Ni hablar de cuando nos llevan al campo a despostar vacas para comérnoslas. Este es un país muy peligroso.
Y hay muchos estúpidos.