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juglar del zipa » 2005 » June

Archive for June, 2005

Alegría, sorpresa y decepción

Wednesday, June 29th, 2005

Revascularizado en los ánimos tras la exitosa cirugía de derivación coronaria a la que fue sometido mi anciano señor padre puedo volver a la tarea de escribir cosas de más de una línea de extensión.

Hoy, amigos y amigas, hablaremos de la edición de El Tiempo, diario de la mañana. (Sí, sí, habría que hablar del especial de «nuestra herencia» que publicó Semana en donde hablan, claro, de «nuestros» indios, «nuestros» negros y hasta sugiere «nuestros» mestizos, todos esos tesoros de nuestra tierra.)

Alegría: En la página 1-5 sale que Daniel Coronell ―el paradójico periodista que es crítico e independiente pero al mismo tiempo poderoso― sigue demostrando que quien lo ha amenazado ―tal como lo denunció― es una de esas eminencias de la política, de esos que son congresistas corruptos, metidos hasta el cuello en mierda y algunos de sus compinches. ¿Por qué esto me alegra? Porque Coronell es capaz de darle bombos a algo así y aunque le sucede a él, siendo él quien es, representa la situación de otros periodistas en este país.

Sorpresa: En la página 1-15, ¡Florence Thomas demuestra al mundo entero que es sexista! ¡La amarga francesa dirige su columna de hoy ―acerca de la diversidad sexual― a un lector masculino! Con giros involuntarios pero que dejan en evidencia la impronta de su pensamiento, Thomas dice «Sí, señor» y «Amigo mío». ¡Amigo, no amiga! ¿Cómo es posible? ¿Acaso no hay mujeres que no sepan cuál es la diferencia entre todos los que componen el sector GLBT? ¿No hay mujeres homofóbicas e ignorantes? ¿Le quedó muy grande a Thomas hacer una columna políticamente correcta en términos de género gramatical, que no sienta que se mete conmigo, con mi mal llamado «género»? Tanta joda, tanta mierda, tanto palo y vea cómo nos trata. Si ya había perdido toda credibilidad este especimen resabiado de la liberación femenina, ahora menos voy a creerle porque con esto me hace pensar otra vez que es una vieja que respira por la herida, como el señor gay que también escribe en ese periódico.

Decepción: Por fin llegó el día en que la foto de ella y su ahora señor marido apareció ahí. Antes de que mi red de informantes me hiciera saber que sucedió en una fecha muy anterior a hoy, esta iba a ser la romántica forma en que me iba a enterar: abriendo de pronto la página 2-7. Y menos mal no fue así, porque a pesar de que uno cree que ella se había visto preciosa, más linda que nunca, en ese día tan importante para la vida de cualquier niña estándar occidental como es ella, no fue así. Sale terrible, con la sonrisa posuda que siempre odié. Por fortuna me alegró otras veces con mejores muecas, que me regaló y que robé.

«Su papá es un roble»

Tuesday, June 28th, 2005

Mi pa es un roble.

«Nos vemos esta tarde»

Tuesday, June 28th, 2005

Nos vemos esta tarde, pa.

Historia clínica

Monday, June 27th, 2005

Llevo desde el jueves en la Clínica Shaio, donde está hospitalizado mi papá. Escribo esto en la noche del 27 de junio. Mañana él será operado del corazón por segunda vez en veinte años. Este jueves, ojalá, cumplirá 77.

Aquí en el hospital uno piensa en muchas cosas. El ambiente me da muy malas sensaciones porque mi mamá estuvo rondando los últimos meses de su vida por lugares como este, llenos de higiene, blanco, piso de vinilo, luces fluorescentes, acero, etc. Los ascensores huelen bien a las 8 a.m. pero a las 8 p.m. huelen mucho a gente. Es inevitable pensar vulgarmente en Foucault y su paranoia por los panópticos y en Elias y su vaina con la soledad de los moribundos. Los hospitales son instituciones opresoras que marginalizan… eso dicen, repito, entendiéndolos vulgarmente.

La edad de mi papá es engañosa, al igual que su condición. Él está en riesgo de infarto pero está como siempre, perfectamente. Tal vez desde hace diez años las cosas han ido cayendo… pero al menos ha sido por diez años. Se supone que con lo que le hacen mañana va a estar mejor que antes. Me imagino cómo puede estar él mejor que antes si ya está bien.

Hace poco bajé a la cafetería, que por fortuna está abierta las 24 horas. Pensaba en los pasillos largos que sólo se ven en este tipo de edificios y lo propicios que son para fantasmas y apariciones. No debería creer en fantasmas, pero me emociona mucho su posible existencia. Por otra parte, los hospitales son lugares perfectos para ellos. Al menos conozco una historia al respecto, que ocurre en el Hospital San Rafael.

Iba un día un amigo mío, que estudia medicina, haciendo sus rondas por el dicho hospital. A eso de las dos de la mañana le dijeron que llevara no sé qué papeles a tal piso. Él pidió el ascensor y cuando las puertas se abrieron encontró a una monja anciana. Mi amigo, entonces prospecto de galeno y siempre muy cortés, la saludó sin percatarse de que a tan altas horas de la noche no debería haber personal ajeno a la institución merodeando por ahí. Mucho menos una doncella de Cristo. El ascensor llegó a uno de los últimos pisos. Mi amigo se bajó pero no la monja que, antipática, no respondió al ademán de mi amigo. En la recepción del piso preguntó mi amigo la identidad de la arisca señorita. Le dijeron que era el fantasma del hospital, que por eso después de la una todos los médicos usaban las escaleras —de por sí bastante tenebrosas— y que si por favor bajaba estos papeles. Mi amigo, ni corto ni perezoso, fue con diligencia al ascensor y para su sorpresa, cuando se abrieron las puertas, volvió a encontrar a la monja. Pero él, muy cortés, la saludó de nuevo. Y sí, cuando quiso subir otra vez volvió a pedir el ascensor. Pero ya no había monja.

Yo ante algo así sencillamente me muero de paro cardiaco. De lo que se sigue que en la Shaio no hay fantasmas porque nadie quiere que se muera gente de paro cardiaco en una clínica especializada en el corazón.

Pésima conclusión, yo sé. Espero que sea la única de estos días extraños.

Amo a mi pa

Saturday, June 25th, 2005

Amo a mi pa.

Gómez Zafra, libertador de Holanda

Thursday, June 23rd, 2005

Juglar del Zipa informa:

El 22 de junio de 2005 será recordado por todos los holandeses de ahora en adelante. El mismo día en que se llevaban a cabo los juegos de octavos de final del mundial juvenil de fútbol, el egregio juglar comercial colombiano Álvaro Gómez Zafra destronó a la tiránica reina Beatriz de Holanda y proclamó la república en el bello país donde muere el Rin cuando dijo «ahora asistamos a la transmisión en directo desde la República de Holanda».

Miles de personas salieron a las calles de Ámsterdam, Rótterdam, Gróninguen y Eindhoven a agitar las banderas republicanas que habían guardado sus antepasados desde tiempos lejanos de la Hansa, allá en el siglo XIII.

«Es el día más feliz de nuestras vidas. Estamos haciendo colectas de llaves y antiguos florines para fundirlos y hacer una estatua en honor de nuestro libertador, don Álvaro», dijo Gus de Kujp, pensionado residente de Amstelveen, suburbio de Ámsterdam.

A manera de homenaje, el grueso republicano de la población holandesa ha donado un euro para traer al veterano locutor de Caracol radio para que visite las bajas tierras holandesas, coma queso, fume bareta del sur de Asia, ordeñe vacas y le haga a una que otra prostituta de la popular zona roja. Eslava, eso sí, porque colombianas ya ha visto muchas.

Se dice que en su viaje a tierras europeas Gómez Zafra, acérrimo enemigo del antiguo régimen, también intentaría sacar del tiránico oscurantismo a Bélgica, país que se encuentra en las manos del temible monarca Alberto II. Y ahí de paso a todos los países nórdicos y hasta se le mediría al Reino Unido y España. La ambición libertadora de Gómez no tiene límites. Entre sus sueños también está unir a todos estos países en uno solo, con una misma moneda para todos y todas esas cosas que ya tiene la Unión Europea.

ÚLTIMA HORA: Se confirma ahora que Gómez Zafra en realidad es el segundo colombiano que derroca a la reina Beatriz de Holanda. Iván Mejía ya lo había hecho en el mundial de Francia en 1998 cuando pronunció la apoteósica consigna «ahora escuchemos el himno de la República de Holanda».

Dedicado a Isaac y Sylvia Wüst, residentes de Amstelveen.

Las razones del por qué

Sunday, June 19th, 2005

Sin más preámbulos, Juglar del Zipa declara libremente que ―a pesar de que su corazón es azul― apoyará a Santa Fe para los siguientes dos partidos del rentado nacional. Esto no significa que haga propio cualquier triunfo cardenal sino que no me disgustará ―como si gana América― y en cambio me alegrará y no me valdrá huevo ―como si ganara Tolima.

A continuación los motivos:

  • Mi mamá decía ser de Santa Fe. Me la estaría montando hoy como nunca… aunque seguramente ni sabría.
  • Nunca he odiado a Santa Fe. Tampoco le tengo envidia. Es el hermano bobo. Y ahora es el hermano bobo que se vuelve más alto que uno.
  • Es de Bogotá. Lugar común, pero pues sí, ¿mucho problema o qué?
  • Ya era hora. Es un poco triste que la mayoría de los hinchas de Santa Fe que conozco nunca lo hayan visto campeonar y pues es triste ver que algunos ya están por morirse, como el Popular, que está bien viejito.
  • Nacional es el rival. Esta es la razón más importante, porque odio a Nacional sobre todas las cosas. Odio todo lo que representa: el mal gusto de su verde con alto índice de azul, la procedencia sociogeográficoeconómica de sus hinchas naturales, la actitud de sus hinchas por adopción, que su imagen sea burdamente manipulada por RCN-Postobón-Ardila-Lülle a su favor, etc.
  • Eso es todo. Fin del comunicado.

    Tardes espectaculares

    Saturday, June 18th, 2005

    Días como el antier o ayer son para mí un castigo terrible. Camino bajo el sol más bravo y me quemo la cara. Mientras tanto en las emisoras tropicaloides agradecen al creador por la bendición y rinden homenaje a Amón Ra con este estribillo: «¡Está haciendo una tarde espectacular un sol radiante hoy en Bogotá! Calorcito para que comencemos a movernos con este éxito de…».

    Mientras tanto añoro la llovizna que cayó en la madrugada del miércoles y que me arrulló al dormir.

    Sí. Me gusta ver las nubes grises sobre las montañas. Me gusta el frío que hace justo antes de llover y que si se prolonga es cada vez más frío, increíblemente más frío. Pero da tiempo para regresar a la casa a echarse entre la cama y tomarse un café o un chocolate. Incluso en esos días de mucho frío pero en los que al final no llueve, si sale el sol a eso de las cinco de la tarde es la luz más bella que puede verse y la tibieza más decente…

    Pero no, los paganos adoradores del sol prefieren esas temperaturas ridículas, tolerables en otros lugares de la geografía nacional ―en la costa, cerca de los ríos― pero nunca aquí donde el sol atenta contra nuestra epidermis. Bonito sí, que ahora se ven harto las niñas con falda y blusas que muestran el hombro… bonito y ya.

    P.S. Después de la rabonada que le hicieron al Celta, otra vez está en primera. Era natural.

    Hace tres años

    Wednesday, June 15th, 2005

    Fue hace tres años.

    A veces no se piensa en más.

    No hay certezas.

    Se dan las gracias.

    En días como hoy hace tres años había que hacer de uno otra persona.

    El color de los tenis

    Tuesday, June 14th, 2005

    Julito casi lloró, pero no puedo demostrarlo ahora mismo porque no tienen link. Fue el viernes en la mañana. Hoy se reveló por qué: hoy salió la SoHo especial de aniversario. Etc. Ahí salió el artículo en el que mi amiga Mónica Cabarcas (si necesita un elefante rosado ella le consigue el más bonito) más o menos demuestra que hay racismo en la zona Rosa, en la zona T y en la 93. Eso precisamente hizo que los ojos de mi querido calvo caucásico de voz sensual derramara lágrimas pues los lugares reseñados —y que quedaron como un culo— les hacían el feo a los especimenes nubios que acompañaban a la bella princesa guajira. ¿Cómo era posible que esos lugares —«tan queridos y cercanos a nosotros», dijo él— rechazaran a estas gentes buenas, que nada malo nos hacen? Por llevar tenis blancos, dicen en una de las tantas disculpas que quedan ahí en evidencia.

    Dr. Barbarie y yo comentábamos que debería hacerse aún más extremo el experimento, al mejor estilo del fenecido Séptimo día. Una pareja —de blancos, claro— llega al bar y pregunta sencillamente «¿aquí dejan entrar negros?». A ver qué dicen. Auguramos que haya respuestas como «el pelao que diseñó el lugar nos dio una paleta de colores. Mírela. Antes de que alguien quiera entrar, mi compañero mira si el color de la gente si cuadra con esta escala cromática. Aquí tenemos un ambiente oscuro así que nos gusta que haya alto contraste entre la pintura de la pared y la gente, por eso no dejamos entrar negros. No se preocupe.» En otro lugar podrían usar la misma fórmula pero decir que, al contrario, la idea es que no haya contraste. Digo yo… si la vaina en realidad es por el color de los tenis. Mejor volver al Griffin.

    El nombre de la rosa

    Monday, June 13th, 2005

    Uribe ―o José Obdulio o ve tú a saber― es de los que piensa que si uno deja de llamar «rosa» a la rosa esta inmediatamente comienza a oler a pedo. Es más, probablemente piensa que todas las propiedades físicas biológicas y químicas de la rosa se trasformen por completo hasta volverse un gaseoso pedo. Y así.

    Mejor no decir qué creíamos que era lo que pasaba aquí porque así las cosas tal vez mañana prohíban usar esa palabra en los medios ―so pena de regaño con sombrero y ruana y hasta cancelación de frecuencia― y tal vez en la calle, a menos que quieras que te den bolillo y chumbimba.

    La revista y los pajaritos

    Sunday, June 12th, 2005

    Una vez más la revista que me dará de comer da muestras de lo que es. O de lo que tiene.

    Hace dos semanas Olga Lozano escribió una columna en la sección de contenido exclusivo para Internet llamada «Los cuarenta principales», ya reseñada aquí. Ocho días después, en la edición impresa, Antonio Caballero escribe una columna que se llama, claro, «Los cuarenta principales».

    El Espíritu Santo es el pajarito que va de rama en rama, como decía Javier Darío Restrepo cuando defendía o qué sé yo a Hernando Gómez Buendía por su plagio a Kovach y Rosenstiel. El Espíritu Santo no es que se le ocurran a uno las ideas de la nada, como suele suponerse. El Espíritu Santo es lo que se entiende como conocimiento de todos. En fin, el pajarito que va de rama en rama. Un día el pajarito del cálculo infinitesimal se posó en Newton y al otro día en Leibniz y así.

    Sin embargo, volviendo al incidente de Gómez Buendía, dieciséis pajaritos volaron de una rama a otra y se posaron exactamente igual, mirando para el mismo lado. Eso ya está lejos del poder de lo sutil de la vida humana y sobre todo del azar y la contingencia. A Gómez Buendía lo echaron de Semana supuestamente por «autoplagiarse»; pero lo más probable es que haya sido por la vergüenza que pasó la revista por la primera denuncia ―total, Semana todas las semanas pasa por alguna vergüenza―, de la que no dudo que haya sido válida.

    Que a Antonio Caballero se le haya ocurrido hablar del articulito tan chimbo es de lo más natural. Cualquier colombiano con criterio sabe que ese informe era un relleno escrito desde una burbuja de cristal (ver los comentarios, a manera de ejemplo). Lo que me parece bastante idiota es que le pongan el mismo título a la columna, aunque la situación da fácilmente para que el pajarito se fuera de una rama a otra. Ni siquiera creo que Caballero hubiera leído la columna de Olga. Mucho menos creo que Caballero deje que el editor le cambie el título a la columna que él escribe. Pero ahí el editor debería pensar si la revista puede pasar una vergüenza más de más o menos la misma naturaleza y decir «Toño, es que ya una pelada escribió sobre eso y con el mismo título. ¿Por qué no escribes contra los gringos como siempre haces?»

    Nadie lo sabrá igual.

    Caminata y colaciones

    Sunday, June 12th, 2005

    A pesar de lo que dice Eduardo Arias, no creo que el septimazo haya sido un gran evento para la ciudad o qué maravilla y que se repita. O bueno sí, que se repita a diario como quiere Eduardo, pero no por lo que significó, a pesar de que el evento esté disfrazado de mockusianismo (gracias, Óscar).

    Yo prefiero llamarlo «celebración de la expulsión de los mercaderes del templo». Claro, esto no significa que la celebración no pueda repetirse, pero yo sugiero que se haga usando siempre este nombre, que remite al pasaje bíblico en el que un Jesucristo enajenado y energúmeno dio muestras de ser enemigo del capitalismo global, de la ramera universal y sobre todo de la evasión de impuestos.

    Me faltaba escribir, a causa de las dificultades técnicas, que no he caminado por la «avenida más tradicional de la ciudad de Bogotá» desde el memorable día en que Lucho supo que no podía seguir tapando el sol con las manos: que eso es cuestión de mafias y otras perogrulladas. Se dice que ahora los policías recorren las calles con sus caballos cagones y su mirada atenta a las infracciones contra el espacio público, cual águila o cernícalo que buscan su presa. ¡Loa a la ley! ¡Loa al eterno sobornable! En verdad parece esta la capital socialdemócrata de América Latina.

    Y sobre todo loa a Lucho, que es un gran burgomaestre pero sobre todo un excelente político por aquello de prometer cosas para después dejar de cumplirlas. Por eso lo madriaron cuando se tomaba su chocolatico con almojábana en La Florida. A mí me conviene que no haya vendedores en la séptima, después de ocho años de acostumbrarme al peñalosismo. Pero a los vendedores… ¡y las mafias para las que trabajan! Pobres todos. Y sobre todo pobre Lucho y sus cuotas. ¡Déjenlo trabajar!

    * * * * *

    Y a propósito de esto podría traer a colación (colación, como colaciones de la cafetería La Florida) una reflexión muy sesuda y válida sobre el valor instrumental que tiene el petardo de Lucho Garzón y su supuesta izquierda en la cosmovisión de nuestro país, siempre tan bien explicada por Julito.

    Como la W es una emisora uribista por accidente ―porque en realidad sólo está a favor, chauvinistísimamente a favor, de Colombia―, es preciso que no se metan con el régimen del doctor-cito. Así las cosas, la vez que los daneses locos de Rebelion le mandaron un chequecito a las FARC, ellos argumentaron que el régimen colombiano no era autoritario ni paraco ni nada de eso porque el alcalde de la capital era «de izquierda», de «el partido de oposición de Colombia».

    Sobra decir que no se sabía quién era más idiota de los dos. ¿La linda e ingenua diputada danesa que imaginaba una flor en cada uno de los cañones de los fusiles de las FARC? ¿Mi querido locutor calvo, ignorante y lascivo que quería dejar claro a toda costa que esta no es una banana republic, que existen el parque de la 93 y «beautiful Cartagena» y que por eso Lucho es alcalde? ¿O, hasta mejor, que todo eso es posible porque Lucho es alcalde?

    Matrimonio y mortaja del cielo bajan

    Saturday, June 11th, 2005


    Antes que nada me disculpo con aquellos a quienes les importa un carajo que hable de estas cosas. En efecto puede parecer galimatías, pero es que www.juglardelzipa.com por ahora también tiene función de oficina de prensa de Miguel Olaya, persona natural. Es sabido, además, que el contenido de esto podría interesar al menos al 1,6% de personas que me leen (y no hablo de Patrocinio).

    «Hoy» fue como esa bella película de Cuatro matrimonios y un funeral. Ayer hubo dos matrimonios y un funeral. A uno me invitaron, al otro no. Al funeral en cambio fui convidado desde que comenzó el largo y jartísimo velorio, no sé si hace dos años, hace seis meses o sus escalas.

    Sólo queda decir que mucha suerte, que gracias ―de verdad― y que aquí a la orden aunque, como es bien sabido es mejor que no sea verdad a pesar de que haya querido protagonizar la memorable escena final de El graduado y por ahí alguien me sugirió que hacer una variación de la escena en la que Michael Douglas entra borracho a la elegante cena en La guerra de los Roses y se orina en un florero o una olla, no recuerdo. Así que, como quedamos ―aunque se haya dicho que de pronto en tres años―, hasta nunca.

    Pf… qué mierda. «¡Ay! ¡Deje la lloradera!» Sí, sí… ¿Se habrá acordado de mí al dar «el sí»? Bla bla bla…

    La muerte me/te/le/nos/os/les sienta bien.

    Visita de honor

    Wednesday, June 8th, 2005

    Ayer fui al edificio de la revista que no se debe ojear sino leer a ver cómo era aquello del trabajo. Algunas impresiones.

    El celador en la puerta, como todo buen celador, pide que la maleta sea abierta con esa nueva forma de imperativo indirecto, la primera persona del plural del presente indicativo: «abrimos la maletica». Rigurosamente, el celador no va a mirar nada. Nada nuevo.

    En la entrada la recepcionista va a sonreír y a preguntar a dónde voy. Cuando se confirma que puedo subir me pide un documento. Nada nuevo. Pero a cambio del documento me dan una ficha que dice «visitante de honor». ¿En Semana todos somos visitantes de honor? ¿Es un honor ser visitante de Semana? En realidad es mucho más difícil entrar a la Universidad de los Andes.

    Me dirijo al ascensor y antes de llegar veo un cartel en gran formato que enigmáticamente propone: «Simón Trinidad = 63 secuestros. Esto necesita análisis.» Y después algo como «Semana abre sus mentes» o «libera sus mentes». Semana es como Excusado, entonces. O al contrario. (Paréntesis: interesante parodia la que presenta mi amigo Federico al respecto.)

    Cuando llego al cuarto piso la secretaria me manda a un sofá y allá me espera la jefa. Está en un computador mejor que el que tiene ella para trabajar. Lo tiene que pedir prestado a veces porque se desespera. Me imagino entonces en qué tipo de máquina de escribir habré de trabajar. Mientras tanto Alejandro Santos se pasea y saluda a las redactoras ―muy bellas todas ellas en verdad y ellas si tienen computadores Apple― con picos en los cachetes.

    La jefa me ofrece tinto pero no hay. Toca salir. Al lado del ascensor del cuarto piso hay otro afiche en gran formato con las torres gemelas a punto de caerse y dice algo como «Tres años y Osama no aparece. Esto necesita análisis.» ¿A quién ponen a analizar en Semana? En la mesa editorial se reúnen Alejito, Laricita, Juanita, Maricita, otrocitos y Eduardo. Y le encargan a alguien que analice por qué Osama no aparece si ya van tres años. O cuatro. Entonces el alguien escribirá que no han encontrado a Osama porque hay muchos problemas políticos, económicos y sociales pero que aún no se puede sentar ninguna posición al respecto. Justo al lado, en posición de honor, una siempre muy relevante entrevista a los hijos del presidente con el estilo desparpajado y alevoso de María Isabel Rueda.

    Bajamos en el ascensor y se abre la puerta en el primer piso y una muchacha chusca aparece y pregunta con muy mala cara «¿se van a bajar?». Y para su sorpresa, nos bajamos.

    Otro regreso

    Monday, June 6th, 2005

    La falta de computador a la mano no me permite reaccionar a la más importante noticia de estos días: ¡el Celta regresa a primera!

    Y, ¿cómo reaccionar? Pues bien… ya se sabía. Je je je je je.

    Regreso a la muralla

    Friday, June 3rd, 2005

    Hace un año:

    EL CORVIALE DE ROMA

    Una muralla se alza entre Roma, la ciudada eterna, y las campiñas laciales: Corviale.

    Construido entre 1972 y 1985, el Corviale es un edificio que increiblemente tiene casi un kilómetro de largo y diez pisos de alto. Es el resultado de ciertos ideales socialistas hechos arquitectura, toneladas de concreto en un laberinto indescifrable que se hizo para que vivieran 1.000 familias, hasta 4.000 habitantes. Hoy en día la humedad parece estar haciendo caer a pedazos el edificio, numerosos espacios están completamente abandonados, llenos de grafitti, y muchas jeringas se encuentran en el suelo, mezcladas con la mugre: es el Bronx de Roma.

    Esa era la idea que tenía cuando llegué. Llegué con advertencias. Cuando recibí de Francesco Carreri (arquitecto, uno de los fundadores del grupo Stalker) la invitación para participar en un evento que se llevaba a cabo ahí y algunas direcciones para llegar, sentí bastante miedo. Corviale no es, sin duda alguna, lo más famoso de Roma, pero sí es famoso para los romanos y tal vez para los italianos. Y es fácil saber por qué. Quién sabe qué tipo de gente vive ahí, pero había numerosos carros aparcados al lado del edificio y en muchos apartamentos había antenas de televisión satelital. Los niños juegan por las escaleras y las señoras llegan con las bolsas del mercado y sus perritos mariconeros.

    Hay que pensar que Corviale es como un Paulo VI de gran extensión a lo largo y alto. Su apariencia definitivamente antiestética es molesta, pero su contenido son las familias típicas de Bogotá, de la clase media. Desde el Corviale se tienen hermosas vistas del mar, al occidente, y de los Apeninos, al oriente. Las ventanas de los apartamentos dan a estas dos vistas mientras que las zonas comunes dan hacia unos patios inexplicables que son sencillamente un asco. Son espacios residuales que quién sabe por qué fueron concebidos y actualmente son depósito de quién sabe qué tipo de basuras.

    El Osservatorio Nomade, taller conformado por el Grupo Stalker, ocupó durante un tiempo el cuarto piso del tercer bloque del Corviale para iniciar una propuesta creativa de uso de los espacios marginales de los bloques. El resultado se mostró el jueves 3 de junio con unos recorridos masivos por las cisternas de los edificios, los mismos espacios residuales y las márgenes de los edificios (en donde la ciudad literalmente termina). En la noche, un concierto con diversos tipos de cuernos y percusiones… y bastante ganja, alimento creativo del grupo y los estudiantes que le colaboran.

    Si alguien viene a Roma no dude en conocer el Corviale. Tome el bus 786 desde la estación Trastevere, pregunte al “autista” si va al Corviale y vaya hasta la última parada. Sin miedo puede subir hasta el cuarto piso del tercer bloque y admirar un bello atardecer.

    Menor o igual a cuarenta

    Wednesday, June 1st, 2005

    Atentos al arte de patear la lonchera. Olga Lozano, la jefa, le echó un par de pullas a Semana por su espectacular informe especial llamado «Los cuarenta menores de cuarenta». El informe pretendía dar cuenta de los personajes que tendrán en un futuro muy distante su lugar en la historia de Colombia. Para «sorpresa» nuestra —y de Olga—, todos los personajes ya tienen algún lugar en esta historia. Sobre eso habla Olga.

    Lo más divertido es que en la introducción, Alejandro Santos dice que la razón de ser del informe es, más o menos, combatir el mito de la falta de líderes. Y justifica que se escojan menores de cuarenta porque ellos « han tenido el suficiente tiempo para descollar en cada una de sus actividades y son lo suficientemente jóvenes para esperar mucho más de ellos.»

    Pues como complemento al artículo de Olga y sobre todo para demostrar la perfecta invalidez del argumento del señor Santos, muestro la siguiente sencilla estadística. Esta es la edad de los personajes reseñados:

    EDAD %
    21 2,5
    22 0
    23 0
    24 0
    25 0
    26 0
    27 0
    28 10
    29 7,5
    30 5
    31 2,5
    32 7,5
    33 0
    34 5
    35 5
    36 5
    37 15
    38 10
    39 20
    40 5

    Es decir, hay que felicitar a esos ocho personajes apenas menores de cuarenta años que representan el futuro del país. Muchas más felicitaciones a los dos colados que ya tienen cuarenta… porque el informe no decían que fueran «menores o iguales de cuarenta».

    Hagamos las cosas más contundentes:

    EDAD %
    21-25 2,5
    26-30 22,5
    31-35 23
    36-40 55

    Es decir que entre mis coetáneos (Ómar Delgado y los hijos del señor presidente, por ejemplo), según la revista más importante de Colombia, apenas hay un tipo que algún día sacará la cara por este país. En cambio más de la mitad de los que tienen futuro ya hace unos diez años al menos están viviéndolo. Paradójico y al mismo tiempo paradigmático.

    Igualmente representativo del pensamiento de la revista para leer y no para ojear es la procedencia de los tales líderes:

    EMPLEO %
    Cargo público (ministro, alcalde, etc.) 27,5
    «Abogado» 15
    Empresario 7,5
    Cantante pop 7,5
    Músicos (intérpretes y conductores) 7,5
    Escritores 5
    Artistas plásticos 5
    Otros (cada uno con un representante) 25

    En efecto, según la revista de mayor circulación en Colombia, el cincuenta por ciento de las personas que algún día llevarán las riendas del país son políticos, cargos públicos o administrativos y empresarios. Se les anota que hablen de los representantes de las artes. Pero si se mira quiénes son (Shakira, Valeriano Lanchas, Franklin Aguirre, etc.) pues no es ninguna sorpresa. ¿No se les ocurrió hablar de deportistas? Por cierto, hay muchos deportistas de entre veintidós y veintisiete años.

    Santos termina con estas palabras: «Todos los listados son por naturaleza antipáticos. Y este no pretende no serlo. ¿Cuántos deberían figurar en esta lista y no están? Cientos, miles. Pero a través de las caras de estos jóvenes —y no tan jóvenes— está empezando a construirse los cimientos de lo que va a ser la Colombia de los próximos 40 años.» Y uno se pregunta:

    -¿Están empezando a construirse? Si a los treinta años están empezando a construir, con razón el país está como está, etc. Pero claro, es que esta gente ya está ahí hace rato y eso no tiene ningún mérito. Es un gran mérito, por ejemplo, ser nieto de Julio Mario Santodomingo.

    -¿Semana quiere ser una revista «antipática»? Lo logra, con todo éxito, con este tipo de informes súper especiales y súper relevantes, como «¿Por qué vale la pena un país en paz (para los empresarios)?» o «Esta es la Colombia (en los sueños de los peñalosistas) de dentro de 25 años». No sólo es Semana una revista antipática sino, cómo no, vacía y tonta. Huy, qué gran secreto. ¡Ah! Pero ahora lo dicen de frente.